Hasta hace unos años en España aún el comercio electrónico despertaba muchas dudas y desconfianzas y las formas de pago eran sobre todo contrareembolso, pero cada vez más va creciendo la confianza gracias sobre todo a plataformas como PayPal que te ofrecen tanto de cara al consumidor final como al vendedor muchas garantías de que tu dinero no se perderá, ya sea al cobrar para los vendedores o al pagar para los compradores.
En caso de que surja alguna disputa, ya sea por parte del vendedor o del comprador, PayPal actúa rápido y nos asegura que el dinero está disponible para poder llegar a resolver el problema y que ninguna de las partes salga perjudicada.
Es cierto que PayPal cobra una comisión bastante alta sobre todo para los empiezan a vender, y es un porcentaje a tener en cuenta a la hora de calcular los precios de los productos que vendemos a través del dropshipping, o nos podemos llevar una sorpresa cuando veamos que no llegan los beneficios de nuestras ventas. Lo peor de todo es conseguir una venta y que luego no consigamos beneficios.
Por eso es bueno tener diferentes formas de pago para que nuestros clientes puedan elegir, así también lo dejamos en sus manos y estos se sentirán mucho más independientes a la hora de comprar.
Las formas de pago más utilizadas son:
PayPal, es la plataforma más extendida y además te permite cobrar con tarjeta por lo que puedes tener varias formas de pago en 1. O por la cuenta de PayPal del cliente o a través de cualquier tarjeta tipo Visa, Mastercard.
Pasarela de pago de tu banco, con la que podrás cobrar con tarjetas tipo Visa o Mastercard.
Transferencia bancaria, es una forma que cada vez se da menos, y además muchas de las ventas que se hacen con este forma de pago al final no llegan a finalizarse por que el cliente se enfría y no va a su banco a realizar la transferencia, sobre todo cuando no cuenta con banca online.
Yo para el dropshipping no aconsejo el contrareembolso, sobre todo si no somos nosotros quienes gestionamos el envío, primero porque estamos dejando en manos del cliente que al final pueda anular el pedido y perdemos los portes y la venta, y segundo porque tendremos que adelantar nosotros el dinero al proveedor y como he comentado nos estamos jugando que el cliente no acepte el producto.
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